¿Para qué sirve una hidrolimpiadora?

Una hidrolimpiadora es una máquina de agua a presión que utiliza únicamente este elemento para llevar a cabo los procesos de limpieza a fondo con el objetivo de acabar con altos niveles de suciedad tanto lugares de difícil accesibilidad como en zonas accesibles. 

Con motivo de su regulación de caudal y presión y la posibilidad de incorporar distintos tipos de boquillas, se trata de un producto muy versátil preparado para emplearse en múltiples sectores (construcción, agricultura, industria, agroalimentario, servicios, automoción…) y entornos con excelentes resultados.

 

Destaca por su versatilidad y facilidad de uso, su empleo abarca desde un automóvil hasta una hidrolimpiadora para casa, grandes obras, industria o cualquier centro de trabajo que lo requiera. Si nos preguntamos para qué sirve una hidrolimpiadora es importante señalar que la presión de agua que puede alcanzar esta máquina permite eliminar prácticamente cualquier elemento o sustancia que se haya adherido a una superficie. 

Algunos de los usos de una hidrolimpiadora más comunes: 

–  Construcción: es una máquina muy apreciada en el sector debido a su versatilidad, entre las aplicaciones más comunes destacan la retirada restos de hormigón, o yeso en superficies como barandillas, paredes o suelos. 

– Limpiezas de hogar: posibilita la limpieza de zonas tan sensibles y difíciles como  fachadas y persianas, así como cristales de ventanas, limpieza de suelo, escaleras o la retirada del moho de piscinas, entre otras actividades, logrando un acabado rápido y profesional.

hidrolimpiadora en fachada

– Limpieza de automóviles: a unos determinados niveles de presión y con el accesorio adecuado (cepillo), podrás limpiar tu coche sin temor a dañar la carrocería. No necesitarás ir a ningún autolavado. 

hidrolimpiadora

– Industrias: Por ejemplo en fábricas o industrias alimentarias, sectores donde la limpieza en profundidad juega un papel fundamental para evitar la contaminación y proliferación de bacterias: destaca la limpieza de grasas, sustancias pegajosas muy difíciles de retirar mediante un modo convencional. Con una hidrolimpiadora su eliminación no resultará un problema.

– Quitar pintura, manchas, carteles o decapado de una pared o fachada. Para ello, usaremos el kit de decapado. Se trata de la mezcla de arena y agua a presión para su expulsión a gran velocidad sobre la superficie a tratar. Para ello, habrá que preparar un cubo con agua y arena de dónde se surtirá la manguera.

–  Desatascar tuberías: mediante la introducción de la boquilla en la tubería atascada y lanzando el chorro a presión la suciedad será empujada hacia afuera. No recomendable para tuberías de cobre.

– Limpieza de tejidos: Con una boquilla especial para tejidos, una hidrolimpiadora también puede utilizarse para limpiar tejidos y alfombras previa aspiración para lograr un buen acabado. 

Esto solo es un resumen de los principales usos de una hidrolimpiadora y contestar a la pregunta “¿para qué sirve una hidrolimpiadora?” No obstante, como hemos comentado anteriormente, se trata de una máquina apta casi para cualquier superficie si utilizamos bien su accesorios y hacemos una correcta regulación de presión y caudal. 

Cómo funciona una hidrolimpiadora

 

Los principales factores a la hora de elegir una hidrolimpiadora son el caudal de agua (cantidad de agua) y la presión de trabajo (fuerza del chorro de agua). 

Si bien desde sectores profesionales es común darle un papel preponderante a la presión de agua, nosotros queremos incidir en la suma importancia del caudal de agua ya que de la cantidad de agua depende la posibilidad de arrastrar una gran cantidad de suciedad. 

Para trabajar en diversas superficies se necesitará un caudal y una presión diferente para no dañar superficies más sensibles y lograr un perfecto acabado. A mayor presión, mayor suciedad se elimina.

Por ejemplo, la presión, fuerza con la que el agua es expulsada de la máquina, deberá ser mayor si deseamos limpiar o retirar pintura de paredes o muros que si usamos nuestra  máquina a presión de agua para lavar un coche o cualquier otra superficie sensible, ya que podríamos provocar desperfectos.

Para proceder a limpiar superficies con suciedad muy adherida es aconsejable emplear hidrolimpiadoras de al menos 160 bares de presión. Para limpiezas de menor exigencia como el lavado de vehículos una hidrolimpiadora de 120-140 bares de presión sería más que suficiente. 

Si te preguntas cómo funciona una hidrolimpiadora no te preocupes, las hidrolimpiadoras destacan por su sencillez de uso y pueden ser utilizadas por cualquier persona siguiendo el manual de uso correspondiente. La máquina está dotada de una bomba a presión con la función de lanzar el líquido a la presión solicitada por el usuario del producto acumulado en el depósito. 

La bomba es un elemento fundamental en esta máquina. Muchas personas buscan hidrolimpiadoras baratas, no obstante, estas máquinas normalmente vienen equipadas con bombas de menor calidad que basan su composición en aluminio que, ante trabajos que van más allá de un uso doméstico ocasional (por ejemplo limpiar un coche o una moto) no soportan la alta exigencia y esfuerzos prolongados, provocando un excesivo sobrecalentamiento y la dilatación de la misma. 

De este modo, las hidrolimpiadoras baratas no están preparadas para jornadas maratonianas de trabajo a un nivel de intensidad alto. Por ello, es trascendental saber el uso que se le va a dar. Nuestras hidrolimpiadoras son productos para profesionales aptas para su uso continuo al nivel de intensidad necesario en una jornada laboral completa.  

 

Una práctica habitual en muchas personas es utilizar productos químicos con esta máquina. En este sentido, cabe la posibilidad de aplicar un producto químico de dos maneras:

1. Proceder a realizar una primera aplicación con la hidrolimpiadora solo con agua, posteriormente aplicar el producto químico sobre la superficie a tratar (no vertiendo el químico en el depósito) con un pulverizador para reblandecer la suciedad y,por último, volver a aclarar con agua mediante el chorro de la hidrolimpiadora. Desde un punto de vista profesional este es el modo de aplicación más recomendable para un mejor acabado.

2. Introducción del producto químico en el depósito junto con agua. Es importante reseñar la conveniencia de, en caso de introducir productos químicos, ver su etiquetado e informarse de su compatibilidad con hidrolimpiadoras. La consecuencia de utilizar un producto inadecuado puede derivar en averías o no lograr el acabado deseado. 

Como hemos comentado anteriormente, en función de la zona de limpieza y sus características (dureza, solidez, tamaño, viscosidad…), la mayoría de máquinas a presión de agua incluyen distintos tipos de boquillas para adaptar el tipo de chorro y la intensidad de la presión. Por ejemplo, no es lo mismo limpiar la carrocería de un coche que limpiar numerosas masas de cemento. 

Las hidrolimpiadoras son máquinas que presentan un diseño compacto y pueden ser transportadas en cualquier vehículo. Hay que poner de relieve que bajo ningún concepto se debe dirigir el chorro de agua hacia ninguna persona o animal ya que la presión de agua podría provocar grandes daños. 

Por todo esto, las hidrolimpiadoras se han convertido en un producto muy popular y con alta demanda debido al amplio número de soluciones que ofrece en limpieza de superficies de un modo rápido, sencillo y económico. 

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